30/9/11

“La Misión empieza en el Seminario”: valiosísimas Enseñanzas de nuestros queridos Seminaristas y Misioneros Combonianos en Costa Rica

 
“La Misión empieza en el Seminario”:
valiosísimas Enseñanzas de nuestros
queridos Seminaristas y Misioneros
Combonianos en Costa Rica
¡ Excelente Artículo, les recomiendo leerlo !

Viernes 30 de Septiembre del Año del Señor 2011

La Misión empieza en el Seminario

Costa Rica, 5 Jun. 11 (Eco Católico)

Danny Solano Gómez
dsolano@elecocatolico.org

Cuatro jóvenes que aspiran a entregarse al servicio de los más necesitados son los actuales integrantes del Seminario de Misioneros Combonianos en Sagrada Familia.

Pero su carisma los impulsa a no esperar ser Ordenados para lanzarse a la Misión, la cual empiezan a desarrollar en su mismo Proceso Formativo.

Michael Vargas, Byron Valverde, Fernando Rodríguez y Christian Madriz comparten todos los días con muchos niños, jóvenes y adultos que enfrentan situaciones duras en sus vidas, y que van desde la pobreza extrema hasta el vicio y la violencia.

Sin importar si son drogadictos, pandilleros, estudiantes o amas de casa, los jóvenes les ofrecen amistad a cambio de nada, un oído que los escucha cuando no tienen con quién hablar y una mano cuando necesitan apoyo.

“Para nosotros, Cristo está ahí, en cada rostro, en cada uno de ellos, es como si le sirviéramos a Él” comentan los jóvenes Aspirantes.

Confianza por medio del deporte

Una de las Actividades que realizan con la comunidad es el deporte, por eso un par de días a la semana van a practicar fútbol con los vecinos.

“El deporte crea relación, es una manera de entrar en confianza, de proponerles opciones y hacerles sentir que otra manera de vivir es posible” comentó el Padre Formador Víctor Hugo Castilla, Director del Seminario.

“Andá, cambiáte y vení a jugar con nosotros” gritan los Seminaristas a cada joven que se va acercando tímidamente a la cancha, otros que ya son conocidos más bien les dicen: “Espérenme, ya vuelvo para que vean cómo se juega”.

En pocos minutos arman una “mejenga” donde más que goles, abundan las sonrisas. De vez en cuando algunos discuten por alguna jugada fuerte, pero al momento se calman o los muchachos intervienen y continúa la diversión.

Por ratos, los Seminaristas hablan con algunos jóvenes, ríen, hacen alguna broma y vuelven al partido. “Cuando nos ganamos su confianza vienen y nos cuentan cosas, a veces quieren un consejo, a veces sólo quieren hablar”.

Tal ha sido esa relación de confianza que en más de una ocasión los jóvenes les advierten a los Seminaristas del peligro. “Una vez se iba a armar una balacera y un muchacho nos llevó a un escondite, allí nos protegimos hasta que pasó”, recordó Fernando.

“También hemos tratado de acercarlos a Dios y a la Iglesia, un día, en una de las plazas, rezamos un Rosario con ellos (…) es algo que queremos seguir haciendo” expresó Cristian.

“Una vez invitamos a un muchacho a ir a la Parroquia a una Ceremonia, él me dijo que quería ir, pero que no podía, pues ese sector pertenece a la pandilla rival y si se acercaba allí lo podían matar” recordaron por su parte Byron y Christian.

Respeto ante todo

El Director del Seminario manifestó que tanta es la confianza que se llega a tener que hay momentos en los que algunos vecinos llegan al Seminario a pedir permiso para hablar con los muchachos.

“También vienen a solicitar comida, algo de beber; y se les da, eso sí, se les pide respeto, pues nunca falta alguno que venga a exigir, sobre todo cuando están bajo efectos de alguna droga y se ponen agresivos”.

El Padre Víctor Hugo tomó un instante para recordar una anécdota: “Una vez un muchacho vino y me dijo: “Padre no sé qué es el Amor, nunca lo he sentido, y no se cómo explicarle lo que siento ahora que hablo con usted, acaso ¿es eso el Amor? ¿Usted qué contestaría? Posiblemente lo es, a veces no necesariamente se trata de dar una respuesta inmediata, un consejo, aunque uno sepa bien qué hay que decir, muchas soluciones solo necesitan oídos que escuchen”.

Los interesados en obtener más información sobre el Seminario pueden llamar al teléfono: 2227-0058.

Los Combonianos en Costa Rica

Los Misioneros Combonianos llegaron a Costa Rica en 1979. Luego Monseñor Román Arrieta les encargó la Parroquia de Sagrada Familia. Tiempo después iniciaron el Proceso de candidatos para la Vida Religiosa. Los candidatos se hicieron numerosos, entonces decidieron buscar un terreno para construir un Seminario.

Se ofrecieron varios terrenos pero se eligió uno ubicado igualmente en Sagrada Familia. El lugar fue donado por la Municipalidad y anteriormente era un botadero de basura. Se escogió ese terreno pues se ubicaba en un lugar donde vivían personas de escasos recursos, lo cual coincide con la Misión Comboniana de estar entre los más necesitados, además por su cercanía al Seminario Nacional.

En 1985 se puso la primera piedra. En ese año los Misioneros se trasladaron de la Parroquia al Seminario recién construido. Con el tiempo se fueron levantando más edificaciones hasta verse como está al día de hoy.

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