30/4/11

“Cuando Juan Pablo II lloró por Costa Rica”: Texto hermosisísimo de Don Luis Alberto Monge, Expresidente de nuestro país


“Cuando Juan Pablo II lloró por Costa Rica”:
Texto hermosisísimo de Don Luis Alberto
Monge, Expresidente de nuestro país   

Sábado 30 de Abril del 2011, Año Santo Jubilar Mariano

Cuando Juan Pablo II lloró por Costa Rica

Publicado el 22 Abril, 2011 por Editor

Tribuna Democrática | 16 de abril de 2011

Por Luis Alberto Monge

La convocatoria de las Autoridades Eclesiásticas a la Vigilia del 30 de abril en el Estadio Nacional por la inminente Beatificación del recordado Karol Wojtila, Su Santidad Juan Pablo II, sacude y vivifica la espiritualidad de todo buen Costarricense.

Es que Juan Pablo II significa mucho para nosotros los habitantes de esta tierra bendita. Doy fe de que el recordado Polonés universal albergaba en su corazón un recuerdo entrañable de su Visita en 1983.

Cuando besó nuestro suelo al descender del aeroplano que lo trajo de Roma, reconoció los 500 años de Cristianismo, uno de los pilares más sólidos del carácter nacional.

Cuando habló a la juventud en el viejo Estadio, hizo un llamado a la Esperanza y compartió su confianza en la solidaridad de los Costarricenses de hoy y del mañana.

Cuando nos honró con su presencia en la Casa Presidencial, ensalzó la consagración constitucional del Principio Cristiano de Justicia Social, caso único entre las 196 naciones del mundo.

Cuando regresó a San José de su amargo peregrinaje por aquella Managua sandinista, alabó la Libertad que disfrutamos en nuestra Democracia.

Cuando ofició una memorable Misa en La Sabana, extendió su Bendición a todas las familias y a todos los hijos de esta Patria.

Y ahora, voy a revelarles un secreto. Juan Pablo II fue conmovido hasta las lágrimas por el Amor de los Costarricenses.

Cuando le devolví la Visita como Jefe de Estado en 1984, me enteré en el Vaticano que el grande hombre lloró al abandonar nuestro territorio.

— ¿Cómo pudo ser?, pregunté.

— Millares de personas reflejaron el sol con sus espejos dirigidos hacia el avión en que partía, por la ruta de Cartago, Turrialba y Limón. Fue la primera vez que pudo apreciar esa expresión de simpatía multitudinaria. El Papa contempló atónito a un pueblo que lo saludaba y derramó lágrimas de gratitud.

Si todavía tuviera fuerzas físicas suficientes, acompañaría a los fieles en la Vigilia del último día de Abril. Espiritualmente estaré ahí. Porque Juan Pablo II fue nuestro Amigo, verdadero Hermano de los Costarricenses, Guía seguro en estos conturbados tiempos que nos toca vivir.

Fuente:
http://vigiliafestiva.com/2011/04/22/cuando-juan-pablo-ii-lloro-por-costa-rica/


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