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21/8/12

Mensaje muy importante de la Conferencia Episcopal de Costa Rica (CECOR)


Mensaje muy importante de la Conferencia
Episcopal de Costa Rica (CECOR)

Martes 21 de Agosto del Año del Señor 2012

MENSAJE - CONFERENCIA EPISCOPAL
DE COSTA RICA DE LA104ª ASAMBLEA
ORDINARIA - 6 AL 10 DE AGOSTO DEL 2012

104ª Asamblea Ordinaria
Conferencia Episcopal de Costa Rica
6 al 10 de agosto del 2012

A  los Sacerdotes, Religiosos, Religiosas, Hermanas y Hermanos consagrados,  Agentes de Pastoral, fieles laicos, y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad: ¡Que la Paz de Jesucristo esté siempre con ustedes!

Los Obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, hemos celebrado con gozo y esperanza, aunque con innegable preocupación, nuestra 104ª Asamblea Ordinaria.

Como expresión del extraordinario patrimonio de valores espirituales y morales que conforman nuestra identidad como Costarricenses, nos alegra constatar la Fe viva de nuestro pueblo, demostrada, una vez más, en las recientes Celebraciones en Honor a Nuestra Señora de los Ángeles, Patrona de Costa Rica. Estas manifestaciones de Piedad popular, más que un mero fenómeno sociológico y cultural, son una manera legítima de vivir la Fe, un modo de sentirse parte de la Iglesia y una forma de ser Discípulos Misioneros. [i]

En el contexto de la Misión Continental, como Pastores del Pueblo de Dios, este hecho nos compromete y obliga a seguir custodiando y fomentando la Fe de quienes nos han sido encomendados.

A la vez que expresamos nuestro agradecimiento al Señor por estos signos de vitalidad de la Iglesia en Costa Rica, le pedimos, por intercesión de su Santísima Madre, que siga bendiciendo a los habitantes de esta hermosa Nación, para que, inspirados en su Palabra, forjemos los senderos de la paz, la justicia y el desarrollo integral para todos.

Atentos a la Voz de Jesucristo, el Buen Pastor, queremos,  ahora, ofrecer algunas consideraciones, fruto de este tiempo de reflexión y Oración fraternal; signo de comunión eclesial.

 “Pan de Vida para nuestro Pueblo”

Con la Solemnidad del “Corpus Christi”, el pasado 10 de Junio, inauguramos un Año Eucarístico que se prolongará hasta el 30 de Mayo del 2013. Durante este tiempo de Gracia renovaremos nuestro Fervor en la Celebración y en la Adoración de la Eucaristía, y asimismo prepararemos  convenientemente  la Celebración del IV Congreso Eucarístico Nacional en Cartago, del 17 al 21 de Abril del próximo año.

Con alegría constatamos que  en nuestras Diócesis ya  se están realizando diversas Celebraciones y Actividades de reflexión que, definitivamente, contribuirán a una mayor conciencia, dignidad, participación y vivencia  del Don Eucarístico.

Invitamos a todos los fieles Católicos a disponer sus corazones para que este Año Eucarístico sea, también, una ocasión para cultivar el vínculo de la unidad que nos permita superar todo individualismo y fomentar la paz,  la unidad  y la solidaridad en nuestro país.

“Antorchas encendidas”

Costa Rica vive un momento de singular transformación en el cuál las generaciones jóvenes están llamadas a asumir un  mayor protagonismo. Por esto, como Iglesia hemos optado, decididamente, por acompañar a los jóvenes a descubrir, seguir y comprometerse con Jesucristo y su Mensaje. Como un signo del trabajo permanente que desde la Pastoral Juvenil se realiza en cada una de nuestras Diócesis, fuimos testigos de la respuesta generosa de más de 14.000 jóvenes que, con regocijo, entusiasmo y energía, celebraron el “Día Nacional de la Juventud”, en la provincia de Cartago, el pasado 7 de Julio.

En la Celebración Eucarística, presidida por el Cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, estos miles de muchachos fueron invitados a mantener firme su Fe, como sustento vital que da sentido a toda su existencia: “Ustedes, como atletas de Dios, portadores de esa antorcha de la Fe, ¿serán capaces de entregarla ardiente y viva a las futuras generaciones?”[ii]

Mientras nos hacemos eco de esta exhortación, invitamos a todos los Agentes de Pastoral Juvenil a continuar profundizando con empeño su Misión y así aportar, desde el Evangelio, una palabra orientadora que responda a los más altos anhelos de nuestros jóvenes.

Ha sido motivo de intensa satisfacción también la participación de numerosos jóvenes en el IV Congreso Nacional Misionero que tuvo lugar en la Diócesis de Tilarán-Liberia, los días 12-15 de Julio pasado. Han sido días de intensa reflexión, testimonios misioneros y de celebración entorno al importante Tema: “Responsables y agentes de la Misión “ad-gentes”. Cabe soñar  que numerosos jóvenes  se atrevan  a llevar “la antorcha de la propia Fe” a los que aún no conocen a Cristo luz del mundo.

Año de la Fe

El Papa Benedicto XVI con su Carta Apostólica “Porta Fidei” -La Puerta de la Fe- ha convocado a todos los fieles Católicos al “Año de la Fe” a celebrarse del 11 de octubre 2012 al 24 de noviembre 2013, Solemnidad de Jesucristo Rey del Universo.

La fecha de apertura del año de la Fe coincide con dos Aniversarios: el quincuagésimo de la Apertura del Concilio Vaticano II (1962) y el vigésimo de la Publicación del Catecismo de la Iglesia Católica (1992).

El Santo Padre nos habla de la exigencia de volver a descubrir el camino de la Fe y resaltar cada vez más la alegría y el entusiasmo renovado del encuentro con Cristo proponiendo dos objetivos principales para el Año de la Fe: la confesión de la Fe en la plenitud de la Verdad de sus Contenidos y la profesión de la Fe públicamente, dentro y fuera de la Iglesia.

Los Obispos en comunión con el Papa, abrazamos esta hermosa iniciativa con la ardiente esperanza de que todos los creyentes irradiemos con generosidad este Don que hemos recibido.

En este contexto, desde ya, encomendamos al Señor la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre el tema: “La Nueva Evangelización para la transmisión de la Fe Cristiana” (7-28 octubre 2012), en la que seremos representados por Monseñor José Rafael Quirós, Obispo de Limón.

“La Costa Rica que nos preocupa”

La Nueva Evangelización nos compromete en la Tarea de fecundar y fermentar la sociedad misma con el Evangelio.[iii]   La Iglesia no es indiferente a todo lo que en Costa Rica se decide, se produce y se vive y, en especial a la calidad moral, es decir, auténticamente humana y humanizadora, de la vida social.

La sociedad y con ella la Política, la Economía, el Trabajo, el Derecho, la Cultura no son un ámbito marginal y extraño al Mensaje de la Iglesia.

Precisamente, en la pasada Cuaresma, con nuestra Carta Pastoral: “Hacia una Costa Rica más solidaria” los Obispos hemos querido animar a los fieles Católicos y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, a discernir el momento presente y a comprometerse con generosidad y solidaridad en la causa por un país mejor, en contraste con esa Costa Rica fragmentada y confrontada, cada vez menos inclusiva y solidaria.

La desarticulación social y el deterioro institucional que experimentamos, antes que inducir a la frustración y el desánimo, deben estimular la creatividad  y el empeño de todos los Costarricenses para alcanzar la unión necesaria y hacer converger la generalidad de los esfuerzos en la concreción del bien común.

Como obispos y ciudadanos hacemos un llamado a todos los y las Costarricenses para que, por encima de los prejuicios, las pasiones y parcialidades, retomemos la disposición al diálogo, a la comprensión, al respeto, al consenso, a la fraternidad y a la Paz que nos debe caracterizar como Nación.

Urge que en nuestra sociedad, aquellas instituciones que, legítimamente, como la Iglesia, quieran servir a la unidad y al bien común, seamos generadoras del diálogo, promoviendo el acercamiento, la confianza y la comunión a pesar de las diferencias. En este sentido, los Medios de Comunicación Social tienen  una enorme responsabilidad. Hacemos, pues, extensiva esta incitativa a otros  canales alternativos de comunicación, tales como Internet, los foros, los blogs y las redes sociales. ¡Costa Rica lo vale!

“¡Ay, de los que llaman al mal bien,
y al bien mal!; que dan oscuridad por
luz, y luz por oscuridad!” Isaías 5, 20

La dignidad de la persona ha sido, es y será siempre  el eje de toda nuestra reflexión. Para discernir lo que es más justo y adecuado en orden al bien común, debe tenerse en cuenta la primacía del ser humano.

Como hemos manifestado, reiteradamente, en Costa Rica, en los últimos años, algunos grupos de presión, personas y sectores de la sociedad civil, apoyados, no pocas veces, por capitales extranjeros y con la cooperación de algunos medios de comunicación locales, el propio Ministerio de Salud, e incluso, varios Diputados y Diputadas de la República, han promovido legislaciones contrarias a la Vida,  antirreligiosas y específicamente anticristianas, Ellas contribuyen a difundir una mentalidad antinatalista mal entendida como “derecho humano”, como signo de progreso y de conquista de libertad, además de una visión equívoca sobre el matrimonio y la familia.[iv]. 

Nosotros Pastores, comprometidos con nuestro pueblo, no podemos dejar de alertar ante las propuestas de ley o las políticas de Salud  o de Educación que influidas por la ideología de género, presentada jurídicamente como “nuevos derechos”, atenten contra una sana antropología o irrespeten la dignidad humana y el matrimonio como la base de la familia y de la sociedad a la que ninguna otra realidad se le puede equiparar.

En este sentido, insistimos en la necesidad de una sana Educación para la sexualidad que, más que información, proporcione formación en los valores que propicien el descubrimiento del verdadero significado antropológico y teológico de la sexualidad humana.

Tenemos la responsabilidad y obligación de garantizar a los fieles Católicos y a las personas de buena voluntad, una Enseñanza firme sobre el significado del sexo, en el marco de una antropología genuina y no reductiva. Por eso, desde nuestro amplio marco de acción y, en consonancia con las Guías propuestas por nosotros, seguiremos insistiendo en la necesidad de una auténtica Educación sexual, que  integre el ejercicio de su sexualidad en el contexto de un Amor verdadero con todo lo que implica en cuanto a fidelidad, dominio de sí mismo, capacidad de esperar y de desear y promover el verdadero bien de la persona que se ama.

Hacemos un llamado a toda la sociedad y en especial a los padres de familia, para que sin dejarse presionar por los Medios de Comunicación social e instancias afines a las  propuestas de Educación sexual del MEP, como la Defensoría de los Habitantes y en defensa de su derecho a elegir la Educación que prefieren para sus hijos[v], conozcan y profundicen los contenidos de dichos programas y disciernan su conveniencia con la conciencia de que ustedes son los primeros responsables y de que «cualquier otro colaborador en el proceso educativo debe actuar en nombre de los padres, con su consentimiento y, en cierto modo, incluso por encargo suyo». [vi]

“Creo, Señor; aumenta mi Fe” San Mateo 9,24

Pedimos a nuestro Señor que este impulso del “Año Eucarístico” y del “Año de la Fe”, que realizaremos con todo empeño en nuestras Diócesis, Parroquias y comunidades, reafirme la Fe de nuestro Pueblo.

Que el Señor acreciente en nosotros una Fe auténticamente Cristiana que nos conduce a creer en Alguien, en una Persona, en Jesucristo, que ha entrado en nuestra historia para mostrarnos el Amor del Padre. Como nos recuerda el Papa Benedicto XVI: “No se comienza a ser Cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la Vida…”.

Mientras confiamos al Dios del Amor y de la Paz el fruto de esta Asamblea Ordinaria, encomendamos a la protección de nuestra Madre, Mujer de auténtica Fe, bajo la Advocación de Nuestra Señora de los Ángeles, a quien cariñosamente llamamos La Negrita, todos nuestros empeños y anhelos.
  
Dado en el Seminario Nuestra Señora de los Ángeles, a los 10 días del mes de Agosto del 2012.

Con nuestra Bendición:

† Óscar Fernández Guillén
Obispo  de Puntarenas
Presidente de la Conferencia Episcopal de Costa Rica 

† Guillermo Loría Garita
Obispo  de San Isidro de El General
Vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Costa Rica

† Osvaldo Brenes Álvarez
Obispo de Ciudad Quesada.
Secretario General de la Conferencia Episcopal de Costa Rica

† José Rafael Quirós Quirós
Obispo  de Limón
Tesorero de la Conferencia Episcopal de Costa Rica

† Hugo Barrantes Ureña
Arzobispo de San José

† Vittorino Girardi Stellin
Obispo de Tilarán-Liberia,
† José Francisco Ulloa Rojas
Obispo  de Cartago  

† Ángel San Casimiro Fernández
Obispo  de Alajuela

[i] cf. Documento de Aparecida N. 264.
[ii] Cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, Homilía, Día nacional de la Juventud, 7 de Agosto del 2012.
[iii] Concilio Vaticano II, Const. past. Gaudium et Spes, 40.
[iv]  Conferencia Episcopal de Costa Rica. Caminos hacia una auténtica democracia., 4 Oct. 09.
[v] Declaración Universal de Derechos Humanos, artículo 26.
[vi] Juan Pablo II, Carta a las familias, 2-II-1994, n. 16.

Fuente:
http://www.iglesiacr.org/2012/mensaje--conferencia-episcopal-de-costa-rica-de-la104--asamblea-ordinaria---6-al-10-de-agosto-del-2012.html


18/7/12

“Decreto del Año Eucarístico 2012” en Costa Rica


“Decreto del Año Eucarístico 2012”
en Costa Rica

Miércoles 18 de Julio del Año del Señor 2012

DECRETO DEL AÑO EUCARÍSTICO 2012

2012-06-07

HUGO BARRANTES UREÑA
ARZOBISPO METROPOLITANO DE SAN JOSÉ

Considerando:

Que la Conferencia Episcopal de Costa Rica en su Sesión plenaria CI el tres de Agosto de dos mil once acordó: “Declarar un Año Eucarístico Nacional, que irá de la Solemnidad del Corpus Christi del 2012 al Corpus Christi del 2013. El Congreso se llevará a cabo en la tercera semana de Pascua.”

Que el Pueblo de Dios que peregrina en la Arquidiócesis de San José, en consonancia con voluntad de los Obispos de Costa Rica, asume con gozo y fervor su tarea de abrir el camino para celebrar en todos los ámbitos de nuestra Iglesia particular, el Año Eucarístico Nacional, y en especial participar en el Congreso Eucarístico Nacional el cual  tendrá lugar en Cartago, del 17 al 21 de abril del 2013.

Que desde los orígenes de la Iglesia, la Muerte y Resurrección de Cristo por nuestra Salvación ha sido celebrada y vivida por todas las comunidades Cristianas esparcidas por el mundo. «Cuántas veces lo hiciereis, hacedlo en memoria mía», dijo Cristo en la Última Cena, y se cumple cada vez que se vive sacramentalmente el Misterio de Salvación en la Santa Eucaristía.

Desde el siglo IX, en respuesta a la desorientación causada por falsas predicaciones que intimidaron a los fieles, alejándoles de la participación en la Eucaristía mediante la Comunión Sacramental, han surgido respuestas felices en el campo de la Piedad popular que, apoyadas por la Iglesia, enriquecen la comprensión y la vivencia del Sacramento de la Eucaristía, que cumple en gran manera la Promesa de Cristo: «Yo estoy con vosotros».

La Voluntad de Cristo de permanecer con nosotros, unida al Mandato de celebrar los Misterios «en memoria» suya, hace de la Eucaristía, en su máxima expresión cual es la Celebración Sacramental, y en sus expresiones menores que de Ella derivan y enriquecen el camino de Fe, el centro y la razón de la Vida Cristiana personal y comunitaria, puesto que la Celebración Eucarística y el Culto Eucarístico se identifican con el Misterio Salvífico de Muerte y Resurrección del Señor.

Es por eso que la Santa Iglesia, Madre y Maestra nos enseña que «La Sagrada Eucaristía… contiene todo el Bien Espiritual de la Iglesia; es decir, Cristo mismo, nuestra Pascua y Pan de Vida, que da la Vida a los hombres por medio del Espíritu Santo» (C. Vat. III: Decr. Presbyterorum Ordinis, n. 5).

Se explica entonces que, en sus meditaciones comunicadas a los fieles del Universo entero, el Beato Juan Pablo II, de feliz memoria, afirma que «La mirada de la Iglesia se dirige continuamente a su Señor, presente en el Sacramento del Altar, en el cual descubre la plena manifestación de su inmenso Amor.» (Ecl. De Euch, 1).

La Apertura del Año Eucarístico y el Camino preparatorio para la Celebración del IV Congreso Eucarístico Nacional, nos exhortan a redescubrir o a reafirmar nuestra Fe y nuestra adhesión a Cristo el Señor, vividas y manifestadas en las Celebraciones y en los Actos de Devoción que giran en torno a la Presencia Eucarística de Cristo en medio de nosotros, teniendo en cuenta que «Contemplar a Cristo implica saber reconocerle donde quiera que Él se manifieste, en sus multiformes Presencias, pero sobre todo en el Sacramento Vivo de su Cuerpo y de su Sangre. La Iglesia vive del Cristo Eucarístico, de Él se alimenta y por Él es iluminada. La Eucaristía es Misterio de Fe y, al mismo tiempo, Misterio de Luz.» (Ecl. De Euch, 6).

Decreto:

En la Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo el Domingo diez de Junio del Año del Señor dos mil doce se dará Apertura al Año Eucarístico en la Arquidiócesis de San José, Año festivo que se extenderá hasta concluir en la Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo el Domingo dos de Junio del Año del Señor dos mil trece. A la vez que exhorto a poner todo el empeño, con Fe y Amor, en abrir caminos para celebrar dignamente, de nuestra parte, el IV Congreso Eucarístico Nacional, dando así un nuevo impulso a la toma de conciencia y de compromiso de Fe y de testimonio en la torno a la Eucaristía, haciendo realidad lo ya expresado por el Sumo Pontífice Juan Pablo II, cuando nos dijo que «… el Culto Eucarístico constituye el Alma de toda la Vida Cristiana. En efecto, si la Vida Cristiana se manifiesta en el cumplimiento del principal Mandamiento, es decir, en el Amor a Dios y al prójimo, este Amor encuentra su fuente precisamente en el Santísimo Sacramento, llamado generalmente Sacramento del Amor» (Dominicae Cenae, 5).

Dado en la Sede Arzobispal, el primer día del mes de Junio del A. D. Dos mil doce, en la memoria de San Justino Mártir.

† HUGO BARRANTES UREÑA
ARZOBISPO METROPOLITANO DE SAN JOSÉ

Pbro. Mauricio A. Granados Chacón
Canciller

Fuente:
http://arquisanjose.org/vernuevo/curia/noticias_detalle.php?id=2028


Comunicado de los Obispos de Costa Rica acerca del IV Congreso Eucarístico Nacional a llevarse a cabo en Abril del 2013


Comunicado de los Obispos de Costa Rica
acerca del IV Congreso Eucarístico Nacional
a llevarse a cabo en Abril del 2013

Miércoles 18 de Julio del Año del Señor 2012

COMUNICADO IV CONGRESO
EUCARISTICO NACIONAL

LA EUCARISTÍA: PAN DE VIDA
PARA NUESTRO PUEBLO

IV CONGRESO EUCARÍSTICO NACIONAL

Cartago, Abril de 2013

Mensaje  de los Obispos de Costa Rica a los Sacerdotes, Miembros de la Vida Consagrada y a todos nuestros Fieles.

1. Queridos hermanos y hermanas.

Los Obispos de la Iglesia en Costa Rica, hemos decidido celebrar el IV Congreso Eucarístico Nacional, en Cartago del 17 al 21 de Abril del 2013, para:

Conmemorar el Fervor y el Amor a Jesús Eucaristía con que celebraron nuestros antepasados el Primer Congreso Eucarístico Nacional en San José en el Año 1913, el Segundo en 1955 y el Tercero, con motivo de los 500 Años de Evangelización de nuestro Continente,  en 1992.

Ahondar en el Misterio Eucarístico.

Celebrar cada vez con mayor conocimiento, conciencia, dignidad y participación el Don Eucarístico.

Vivir el aumento de la Caridad que se traduce en convivencia fraterna, pacífica, justa y solidaria.

2. Ha llegado la hora para que Costa Rica toda vuelva a reunirse en torno a Cristo Redentor, con la Celebración del IV Congreso Eucarístico Nacional.  Nos impulsa a ello la convicción de que la Iglesia vive de la Eucaristía.  Y esta verdad no expresa sólamente una experiencia cotidiana de Fe, sino que encierra en síntesis el núcleo del Misterio de la Iglesia (cfr. E.E. 1).  En efecto, Jesucristo después de haber dado el Mandato Misionero Universal a sus Apóstoles, “vayan por todo el mundo…”, les promete solemnemente: “he aquí que Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo” (San Mateo 28,20).  Jesús Eucaristía es el Enmanuel, a saber, el “Dios con nosotros” y forma una Unidad indisoluble con la Iglesia que es “su Cuerpo” (1 Corintios 12, 27), la Esposa a la que purifica contantemente con su Sangre y a quien alimenta con su Cuerpo.  “Grande Misterio hay aquí”, exclamamos con San Pablo.  Es el Misterio del Infinito, y entonces siempre sorprendente Amor de Dios hacia la humanidad entera.  Lo supo expresar con particular énfasis San Agustín cuando, refiriéndose precisamente a la Autoentrega de Cristo en la Santísima Eucaristía, comentó: “siendo Dios Sapientísimo, no supo darnos más; siendo Omnipotente, no pudo darnos más; siendo Amantísimo, no pudo amarnos más”.

En la Santísima Eucaristía lo encontramos todo. Si podemos comparar, siguiendo la Tradición, los demás Sacramentos o “Canales de Gracia”, la Santísima Eucaristía bien debe ser considerada la misma “Fuente” de toda Gracia.  Realmente, “la Iglesia hace la Eucaristía y la Eucaristía hace a la Iglesia” (EE 26).
           
3. “La Eucaristía, es el origen de toda forma de Santidad, y todos nosotros estamos llamados a la plenitud de la Vida en el Espíritu Santo. La Santidad ha tenido siempre su centro en el Sacramento de la Eucaristía.  Por eso, es necesario que en la Iglesia se crea realmente, se celebre con Devoción y se viva intensamente este Santo Misterio. La Celebración y Adoración de la Eucaristía nos permiten acercarnos al Amor de Dios y adherirnos personalmente a Él hasta unirnos con el Señor amado”.

Con estas palabras nuestro Santo Padre Benedicto XVI concluía su Exhortación Apostólica Postsinodal, Sacramentum Caritatis del 2007 sobre “La Eucaristía, fuente y culmen de la Vida y de la Misión de la Iglesia”.

4. Entre los medios que nos ayudan a mantener y a acrecentar nuestro Amor y Devoción a la Santísima Eucaristía, no cabe duda, ocupan un lugar privilegiado, los Congresos Eucarísticos, los Internacionales que se celebran cada cuatro años, los Nacionales y los Diocesanos.  En ellos la Eucaristía es celebrada y “vivida” con júbilo Cristiano, como corazón de la Iglesia y verdadera manifestación de comunión con Cristo, por ello, hemos escogido como Tema para nuestro Congreso: “La Eucaristía: Pan de Vida para nuestro pueblo”.

5. Estas convicciones son más que suficientes para justificar la decisión de celebrar el IV Congreso Eucarístico Nacional –sin embargo, actualmente se añaden también unas circunstancias que evidencian aún más su urgencia.  De entre ellas, la Proclamación del Año de la Fe, con el “motu proprio” Porta Fidei de nuestro Santo Padre Benedicto XVI, a partir del 1 de Octubre del 2012 hasta el 12 de Octubre del 2013, con ocasión del Cincuenta Aniversario de la Apertura del Concilio Vaticano II y el Veinte Aniversario de la Publicación del nuevo Catecismo de la Iglesia Católica (11 de Octubre de 1992).  Son Aniversarios que el mismo Papa Benedicto XVI quiere que sean celebrados, con múltiples y renovadas Actividades Evangelizadoras. Son fechas de enorme significado e importancia en la Historia de nuestra Iglesia.

Todos los anteriores Congresos Eucarísticos tuvieron lugar en San José, ciudad capital, pero en esta ocasión los Obispos de Costa Rica hemos querido dar comienzo a una sabia Tradición como ya se está dando en otras naciones, a saber, que se celebre de ser posible, nuestros Congresos Eucarísticos Nacionales, de manera sucesiva en las distintas Diócesis.  Para el IV Congreso se ha escogido la Diócesis de Cartago, específicamente la Ciudad de Cartago.

6. Para que nuestro IV Congreso Eucarístico Nacional sea preparado convenientemente y pueda celebrarse con mucho fruto para bien de la Iglesia que peregrina en Costa Rica y para bien del país, los Obispos de Costa Rica convocamos a un AÑO EUCARÍSTICO a partir de la Solemnidad del “Corpus Christi” de este año, a saber desde el 10 de Junio, hasta el día de la misma Solemnidad del año próximo, el 30 de Mayo.

Confiamos plenamente en que cada Diócesis y cada Parroquia de nuestra Costa Rica, establecerán un adecuado Programa de Actividades de reflexión y de Celebraciones y de entre ellas, exhortamos a que tengan lugar: un Congreso Eucarístico Diocesano, Parroquial y una Semana Eucarística, para así acrecentar el Amor y la Devoción de nuestros fieles hacia el Misterio Eucarístico. De este modo el próximo IV Congreso Eucarístico Nacional será el lugar (statio) privilegiado para que toda una Nación se sienta unida en torno a Cristo, “Pan de Vida” y le suplique con Fe y Amor agradecido con el Lema: “DANOS SIEMPRE DE ESTE PAN”.

7. Que el Espíritu Santo, encienda en nosotros el mismo ardor que sintieron los Discípulos de Emaús (cfr. San Lucas 24, 13-35) y renueve en nuestra Vida el asombro Eucarístico por el Don del Misterio Santo de Dios.  Aquellos Discípulos se levantaron y volvieron de prisa a Jerusalén para compartir la Alegría con los hermanos y hermanas en la Fe.  En efecto la verdadera Alegría está en reconocer que el Señor se queda con nosotros, Compañero fiel de nuestro camino.  En el Don de la Eucaristía, el Señor se hace contemporáneo nuestro.

Que María, la Virgen Inmaculada, “Mujer Eucarística”, como la llamó el Beato Juan Pablo II, nos acompañe y nos participe su Pureza y su Amor para acoger a su Hijo que vino para quedarse, que nos dice como a sus Apóstoles:  “Yo estoy con ustedes, todos los días, hasta el fin del mundo” (San Mateo 28, 20).

Reciban todos, nuestro Afecto y Bendición Pastoral.

Los Obispos de Costa Rica.

Óscar Fernández Guillén.
Obispo de Puntarenas.
Presidente de la Conferencia Episcopal de Costa Rica.

Guillermo Loría Garita.
Obispo de San Isidro de El General.
Vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Costa Rica.

Osvaldo Brenes Álvarez.
Obispo de Ciudad Quesada.
Secretario General de la Conferencia Episcopal de Costa Rica.

José Rafael Quirós Quirós.
Obispo de Limón.
Tesorero de la Conferencia Episcopal de Costa Rica.

Hugo Barrantes Ureña.
Arzobispo Metropolitano de San José.

Vittorino Girardi Stellin.
Obispo de Tilarán-Liberia.

José Francisco Ulloa Rojas.
Obispo de Cartago.

Ángel San Casimiro Fernández.
Obispo diocesano de Alajuela.

San José, Sede de la Conferencia Episcopal, 29 de Abril, Año del Señor 2012, Domingo IV de Pascua, Fiesta del Buen Pastor.

Fuente:

 
“La Eucaristía, es el origen de toda forma de Santidad, y todos nosotros estamos llamados a la plenitud de la Vida en el Espíritu Santo. La Santidad ha tenido siempre su centro en el Sacramento de la Eucaristía.  Por eso, es necesario que en la Iglesia se crea realmente, se celebre con Devoción y se viva intensamente este Santo Misterio. La Celebración y Adoración de la Eucaristía nos permiten acercarnos al Amor de Dios y adherirnos personalmente a Él hasta unirnos con el Señor amado” (Su Santidad Benedicto XVI).