Jueves 19 de Mayo del 2011, Año Santo Jubilar Mariano
Fiestas María Auxiliadora
Mayo 18, 2011 Por Administrador
Mayo 19, 2011 5:00 p.m. a Mayo 24, 2011 5:00 p.m.
Los invitamos cordialmente a la Celebración en Honor a María Auxiliadora, a realizarse en nuestra Filial de Calle Mesén, a partir del (...) 19 de Mayo y culminando el 24 de Mayo del año en curso.
Tendremos diversas Actividades, Hora Santa, Santo Rosario y Eucaristía todos los días.
“María Auxilio de los Cristianos, ruega por nosotros”.
Adjunto podrán encontrar Programa de Actividades, dando click sobre el archivo.
Jueves 19 de Mayo del 2011, Año Santo Jubilar Mariano
Monseñor Paul Tighe: “Los nuevos Medios de
Comunicación ofrecen una oportunidad
para que la Iglesia difunda su Mensaje
a un mayor número de personas”
Written by Ariel
Sunday, 15 May 2011 18:18
SIC (Murcia).- La Universidad Católica S. Antonio de Murcia (UCAM) celebró en la mañana del Sábado la segunda jornada del III Congreso Internacional UCAM-UCIP-E 2011 ‘La Comunicación de la Iglesia: reto y oportunidad.’ La Ponencia de Clausura fue impartida por el Secretario del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales de la Santa Sede, Monseñor Paul Tighe que destacó que “los nuevos Medios de Comunicación ofrecen una oportunidad para que la Iglesia difunda su Mensaje a un mayor número de personas”.
Anteriormente a la Clausura se desarrolló un Panel de Conferencias que comenzó con la Mesa Redonda ‘La propuesta de una mirada diferente: la cosmovisión Cristiana de la Prensa’ en la que participaron, el Director de la Revista Mundo Cristiano, Darío Chimeno, el Assistant Editor de The Tablet, James Roberts y el Director del Diario Italiano Avennire, Marco Tarquinio.
Los Conferenciantes resaltaron como una de las ideas principales, que es necesario que existan Medios de Comunicación Católicos que sirvan de altavoz para el Pensamiento de la Iglesia y de todo el Pueblo Católico sobre los temas de interés para la opinión pública.
Asimismo, han destacado la escasa Formación de los Profesionales de los Medios de Comunicación en Materia Religiosa lo que dificulta que la información sobre el Hecho Religioso se transmita a la sociedad de forma correcta.
Por otra parte, también enmarcado en los Actos de este Congreso se hizo entrega del 2º Premio ‘Lolo de Periodismo’ al Redactor de La Razón Pablo J. Ginés. El Galardón se le entregó por su gran trayectoria profesional dedicada a la información de Contenido Religioso.
Antes de dar paso a las Mesas Redondas y Conferencias propias del Simposio de la jornada matinal, el Obispo de la Diócesis de Cartagena, Monseñor José Manuel Lorca Planes, presidió una Eucaristía ofrecida por las almas de las víctimas mortales del terremoto ocurrido en Lorca el pasado Miércoles en la que fallecieron nueve personas. Asimismo, se rezó por los familiares de las víctimas y por todos los damnificados por causa de esta catástrofe natural.
Jueves 19 de Mayo del 2011, Año Santo Jubilar Mariano
Mis 5 panes y 2 peces
11 Mayo, 2011
Por X.T.O. Alternativa
Papel, lápiz y clics de Mouse.
Les cuento que hace unos meses me quedé sin empleo, y pues bueno, a pesar de que aún soy soltero y que pocas son mis obligaciones, terminar el 2010 sin trabajo y un par de meses de este año sin conseguirlo me causaron un poco de crisis al ver que por más que buscaba, no aparecía nada.
Fue en ese momento; cuando el tiempo me sobraba y los ánimos me faltaban; que apareció una invitación para ser parte del Día Arquidiocesano de la Juventud 2011. ¿Y esto? ¿De qué se trata? ¿Y por qué a mí? yo que siempre le he huido a los compromisos Eclesiales, que he argumentado muchas veces falta de tiempo o de capacidad… pues bueno… al parecer tiempo había esta vez, y un título universitario como que da a entender que algo sabe uno… así que ni modo; me embarqué en el asunto.
No les niego, eso sí, que ante el vacío de mis ganas y por qué no… de mi billetera en ese entonces, pensé que tal vez podría no sólo distraerme con el Proyecto, sino ganarme algunos cincos… pero claro, yo no contaba con que el día de la primera reunión y tras escuchar sobre lo que se trataba el Proyecto (les comento que nunca he asistido a un Día de la Juventud), sólo resonaba en mi cabeza la frase que algún día le escuché a mi papá: “lo que recibiste de gratis, dalo de gratis”… jeje, y pues bueno, creo que ahí murió cualquier tipo de interés monetario, y más bien comenzó a brotar un interés verdadero por todos y cada uno de los muchachos hacia quienes va dirigido todo esto.
En fin, pasamos la página, y hoy después de varios meses desde esa reunión, de duro trabajo, y de gozar ya con un empleo estable que me ha dado Dios donde he podido desarrollarme muchísimo como Profesional, todo, para que no dude que mi Padre Celestial sabe y atiende mis necesidades. Con la obra de mis manos y de muchos otros que juntos nos hemos esforzado para que el Proyecto camine; colgando en los muros de muchas Parroquias, pues no queda otra cosa que sonreír y aceptar una vez más que Dios se las sabe “de todas, todas”. Hoy ante esta realidad, empiezo a entender un poquito más lo que es capaz de hacer Cristo con nuestro dones; esos que inclusive alguna vez me he preguntado ¿para qué estudiar esto? O ¿de qué me va a servir saber aquello otro en mi Proyecto de Santidad?… hoy puedo sentarme a admirar la forma tan extraordinaria en que Dios “potencia” nuestras capacidades y hasta nuestros gustos, con el fin supremo de construir su Obra Celeste desde aquí.
Hoy me siento muy contento de que Dios se haya fijado en este siervo inútil para llevar su Evangelio a muchos jóvenes, que ese tan planeado Día se acercarán sedientos de un Cristo joven como ellos, que los entienda y sea capaz de “infiltrarse” en sus Vidas, para enseñarles como infiltrarse luego en las de otros… pero claro, todo esto ante la luz de que lo que sucede cada día en esta Vida que me ha tocado es siempre por pura Gracia, de que todo esto es por Misericordia, de que es el Amor incondicional de Dios y su increíble Fe en nosotros, que hace todo esto posible. Hoy necesariamente tengo que aceptar, que hace ya bastante tiempo, en algún momento sin que me diera yo cuenta, Dios se infiltró muy dentro de mí, y desde entonces ha venido poco a poco haciendo un trabajo de hormiga, firme y constante… que al final necesariamente da sus frutos; una Vida llena de alegría, de paz; que se disfruta grandemente, porque es sostenida por una esperanza de que pronto, muy pronto, disfrutaré plenamente de ese Cielo, que con el apoyo de mis hermanos en la Fe, con papel, lápiz y clics de mouse; construyo yo también, desde aquí.
Jueves 19 de Mayo del 2011, Año Santo Jubilar Mariano
Horario de Confesiones
Written by Parroquia de San Pedro
Sunday, 08 May 2011
Horario de Confesiones: retomamos el horario acostumbrado. Lunes, Martes, Miércoles y Viernes de 3:30 p.m. a 5:30 p.m. Jueves de 4:00 p.m. a 5:30 p.m. y además Viernes de 7:00 p.m. en adelante.
Jueves 19 de Mayo del 2011, Año Santo Jubilar Mariano
Homilía Misa Beatificación Juan Pablo II
Escrito por Papa Benedicto XVI
Domingo, 01 de Mayo de 2011
CAPILLA PAPAL
CON OCASIÓN DE LA BEATIFICACIÓN
DEL SIERVO DE DIOS JUAN PABLO II
HOMILÍA DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI
Plaza de San Pedro
Domingo 1 de Mayo de 2011
Queridos hermanos y hermanas:
Hace seis años nos encontrábamos en esta Plaza para celebrar los Funerales del Papa Juan Pablo II. El dolor por su pérdida era profundo, pero más grande todavía era el sentido de una inmensa Gracia que envolvía a Roma y al mundo entero, Gracia que era fruto de toda la Vida de mi amado Predecesor y, especialmente, de su Testimonio en el sufrimiento. Ya en aquel día percibíamos el perfume de su Santidad, y el Pueblo de Dios manifestó de muchas maneras su Veneración hacia él. Por eso, he querido que, respetando debidamente la Normativa de la Iglesia, la Causa de su Beatificación procediera con razonable rapidez. Y he aquí que el Día esperado ha llegado; ha llegado pronto, porque así lo ha querido el Señor: Juan Pablo II es Beato.
Deseo dirigir un cordial saludo a todos los que, en número tan grande, desde todo el mundo, habéis venido a Roma, para esta feliz circunstancia, a los Señores Cardenales, a los Patriarcas de las Iglesias Católicas Orientales, Hermanos en el Episcopado y el Sacerdocio, Delegaciones Oficiales, Embajadores y Autoridades, personas Consagradas y fieles laicos, y lo extiendo a todos los que se unen a nosotros a través de la radio y la televisión.
Éste es el Segundo Domingo de Pascua, que el Beato Juan Pablo II dedicó a la Divina Misericordia. Por eso se eligió este Día para la Celebración de hoy, porque mi Predecesor, gracias a un Designio Providencial, entregó el espíritu a Dios precisamente en la tarde de la Vigilia de esta Fiesta. Además, hoy es el primer día del mes de Mayo, el Mes de María; y es también la Memoria de San José Obrero. Estos elementos contribuyen a enriquecer nuestra Oración, nos ayudan a nosotros que todavía peregrinamos en el tiempo y el espacio. En cambio, qué diferente es la Fiesta en el Cielo entre los Ángeles y Santos. Y, sin embargo, hay un sólo Dios, y un Cristo Señor que, como un Puente une la Tierra y el Cielo, y nosotros nos sentimos en este momento más cerca que nunca, como participando de la Liturgia Celestial.
«Dichosos los que crean sin haber visto» (San Juan 20, 29). En el Evangelio de hoy, Jesús pronuncia esta Bienaventuranza: la Bienaventuranza de la Fe. Nos concierne de un modo particular, porque estamos reunidos precisamente para celebrar una Beatificación, y más aún porque hoy un Papa ha sido proclamado Beato, un Sucesor de Pedro, llamado a confirmar en la Fe a los hermanos. Juan Pablo II es Beato por su Fe, fuerte y generosa, apostólica. E inmediatamente recordamos otra Bienaventuranza: «¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el Cielo» (San Mateo 16, 17). ¿Qué es lo que el Padre Celestial reveló a Simón? Que Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios Vivo. Por esta Fe Simón se convierte en «Pedro», la Roca sobre la que Jesús edifica su Iglesia. La Bienaventuranza eterna de Juan Pablo II, que la Iglesia tiene el gozo de proclamar hoy, está incluida en estas Palabras de Cristo: «Dichoso, tú, Simón» y «Dichosos los que crean sin haber visto». Ésta es la Bienaventuranza de la Fe, que también Juan Pablo II recibió de Dios Padre, como un Don para la edificación de la Iglesia de Cristo.
Pero nuestro pensamiento se dirige a otra Bienaventuranza, que en el Evangelio precede a todas las demás. Es la de la Virgen María, la Madre del Redentor. A Ella, que acababa de concebir a Jesús en su Seno, Santa Isabel le dice: «Dichosa Tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá» (San Lucas 1, 45). La Bienaventuranza de la Fe tiene su Modelo en María, y todos nos alegramos de que la Beatificación de Juan Pablo II tenga lugar en el primer Día del Mes Mariano, bajo la Mirada Maternal de Aquella que, con su Fe, sostuvo la Fe de los Apóstoles, y sostiene continuamente la Fe de sus Sucesores, especialmente de los que han sido llamados a ocupar la Cátedra de Pedro. María no aparece en las Narraciones de la Resurrección de Cristo, pero su Presencia está como oculta en todas partes: Ella es la Madre a la que Jesús confió cada uno de los Discípulos y toda la Comunidad. De modo particular, notamos que la Presencia Efectiva y Materna de María ha sido registrada por San Juan y San Lucas en los Contextos que preceden a los del Evangelio de hoy y de la Primera Lectura: en la Narración de la Muerte de Jesús, donde María aparece al pie de la Cruz (cf. San Juan 19, 25); y al comienzo de los Hechos de los Apóstoles, que la presentan en medio de los Discípulos reunidos en Oración en el Cenáculo (cf. Hechos de los Apóstoles 1, 14).
También la Segunda Lectura de hoy nos habla de la Fe, y es precisamente San Pedro quien escribe, lleno de entusiasmo espiritual, indicando a los nuevos Bautizados las razones de su Esperanza y su Alegría. Me complace observar que en este Pasaje, al comienzo de su Primera Carta, Pedro no se expresa en un modo exhortativo, sino indicativo; escribe, en efecto: «Por ello os alegráis», y añade: «No habéis visto a Jesucristo, y lo amáis; no lo veis, y creéis en Él; y os alegráis con un gozo inefable y transfigurado, alcanzando así la meta de vuestra Fe: vuestra propia Salvación» (1 Pedro 1, 6.8-9). Todo está en indicativo porque hay una nueva realidad, generada por la Resurrección de Cristo, una realidad accesible a la Fe. «Es el Señor Quien lo ha hecho –dice el Salmo (118, 23)– ha sido un Milagro patente», patente a los ojos de la Fe.
Queridos hermanos y hermanas, hoy resplandece ante nuestros ojos, bajo la plena Luz Espiritual de Cristo Resucitado, la figura amada y venerada de Juan Pablo II. Hoy, su nombre se añade a la multitud de Santos y Beatos que él proclamó durante sus casi 27 años de Pontificado, recordando con fuerza la Vocación universal a la medida alta de la Vida Cristiana, a la Santidad, como afirma la Constitución Conciliar sobre la Iglesia Lumen Gentium. Todos los miembros del Pueblo de Dios –Obispos, Sacerdotes, Diáconos, fieles laicos, Religiosos, Religiosas– estamos en camino hacia la Patria Celestial, donde nos ha precedido la Virgen María, asociada de modo singular y perfecto al Misterio de Cristo y de la Iglesia. Karol Wojtyła, primero como Obispo Auxiliar y después como Arzobispo de Cracovia, participó en el Concilio Vaticano II y sabía que dedicar a María el último Capítulo del Documento sobre la Iglesia, significaba poner a la Madre del Redentor como Imagen y Modelo de Santidad para todos los Cristianos y para la Iglesia entera. Esta Visión Teológica es la que el Beato Juan Pablo II descubrió de joven y que después conservó y profundizó durante toda su Vida. Una Visión que se resume en el Ícono Bíblico de Cristo en la Cruz, y a sus Pies María, su Madre. Un Ícono que se encuentra en el Evangelio de Juan (19, 25-27) y que quedó sintetizado en el Escudo Episcopal y posteriormente Papal de Karol Wojtyła: una Cruz de oro, una «eme» abajo, a la derecha, y el Lema: «Totus tuus», que corresponde a la célebre expresión de San Luis María Grignion de Monfort, en la que Karol Wojtyła encontró un Principio fundamental para su Vida: «Totus tuus ego sum et omnia mea tua sunt. Accipio Te in mea omnia. Praebe mihi Cor tuum, Maria – Soy todo tuyo y todo cuanto tengo es tuyo. Tú eres mi todo, oh María; préstame tu Corazón». (Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen, n. 266).
El nuevo Beato escribió en su Testamento: «Cuando, en el día 16 de Octubre de 1978, el Cónclave de los Cardenales escogió a Juan Pablo II, el Primado de Polonia, Cardenal Stefan Wyszyński, me dijo: “La Tarea del nuevo Papa consistirá en introducir a la Iglesia en el Tercer Milenio”». Y añadía: «Deseo expresar una vez más gratitud al Espíritu Santo por el gran Don del Concilio Vaticano II, con respecto al cual, junto con la Iglesia entera, y en especial con todo el Episcopado, me siento en deuda. Estoy convencido de que durante mucho tiempo aún las nuevas generaciones podrán recurrir a las Riquezas que este Concilio del Siglo XX nos ha regalado. Como Obispo que participó en el Acontecimiento Conciliar desde el primer Día hasta el último, deseo confiar este gran Patrimonio a todos los que están y estarán llamados a aplicarlo. Por mi parte, doy las gracias al Eterno Pastor, que me ha permitido estar al servicio de esta grandísima Causa a lo largo de todos los años de mi Pontificado». ¿Y cuál es esta «Causa»? Es la misma que Juan Pablo II anunció en su primera Misa Solemne en la Plaza de San Pedro, con las memorables palabras: «¡No temáis! ¡Abrid, más todavía, abrid de par en par las puertas a Cristo!». Aquello que el Papa recién elegido pedía a todos, él mismo lo llevó a cabo en primera persona: abrió a Cristo la sociedad, la cultura, los sistemas políticos y económicos, invirtiendo con la Fuerza de un gigante, Fuerza que le venía de Dios, una tendencia que podía parecer irreversible. Con su Testimonio de Fe, de Amor y de Valor Apostólico, acompañado de una gran Humanidad, este hijo ejemplar de la Nación Polaca ayudó a los Cristianos de todo el mundo a no tener miedo de llamarse Cristianos, de pertenecer a la Iglesia, de hablar del Evangelio. En una palabra: ayudó a no tener miedo de la Verdad, porque la Verdad es garantía de Libertad. Más en síntesis todavía: nos devolvió la Fuerza de creer en Cristo, porque Cristo es Redemptor hominis, Redentor del hombre: el Tema de su primera Encíclica e hilo conductor de todas las demás.
Karol Wojtyła subió al Solio de Pedro llevando consigo la profunda reflexión sobre la confrontación entre el marxismo y el Cristianismo, centrada en el hombre. Su Mensaje fue éste: el hombre es el camino de la Iglesia, y Cristo es el Camino del hombre. Con este Mensaje, que es la gran Herencia del Concilio Vaticano II y de su «Timonel», el Siervo de Dios el Papa Pablo VI, Juan Pablo II condujo al Pueblo de Dios a atravesar el umbral del Tercer Milenio, que gracias precisamente a Cristo él pudo llamar «Umbral de la Esperanza». Sí, él, a través del largo camino de preparación para el Gran Jubileo, dio al Cristianismo una renovada orientación hacia el futuro, el Futuro de Dios, trascendente respecto a la Historia, pero que incide también en la Historia. Aquella carga de Esperanza que en cierta manera se le dio al marxismo y a la ideología del progreso, él la reivindicó legítimamente para el Cristianismo, restituyéndole la fisonomía auténtica de la Esperanza, de vivir en la Historia con un espíritu de «Adviento», con una existencia personal y comunitaria orientada a Cristo, Plenitud del hombre y Cumplimiento de su anhelo de Justicia y de Paz.
Quisiera finalmente dar gracias también a Dios por la experiencia personal que me concedió, de colaborar durante mucho tiempo con el Beato Papa Juan Pablo II. Ya antes había tenido ocasión de conocerlo y de estimarlo, pero desde 1982, cuando me llamó a Roma como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, durante 23 años pude estar cerca de él y venerar cada vez más su persona. Su Profundidad Espiritual y la Riqueza de sus Intuiciones sostenían mi Servicio. El Ejemplo de su Oración siempre me ha impresionado y edificado: él se sumergía en el Encuentro con Dios, aún en medio de las múltiples Ocupaciones de su Ministerio. Y después, su Testimonio en el sufrimiento: el Señor lo fue despojando lentamente de todo, sin embargo él permanecía siempre como una «roca», como Cristo quería. Su profunda Humildad, arraigada en la íntima Unión con Cristo, le permitió seguir guiando a la Iglesia y dar al mundo un Mensaje aún más elocuente, precisamente cuando sus fuerzas físicas iban disminuyendo. Así, él realizó de modo extraordinario la Vocación de cada Sacerdote y Obispo: ser uno con aquel Jesús al que cotidianamente recibe y ofrece en la Eucaristía.
¡Dichoso tú, amado Papa Juan Pablo, porque has creído! Te rogamos que continúes sosteniendo desde el Cielo la Fe del Pueblo de Dios. Desde el Palacio nos has bendecido muchas veces en esta Plaza. Hoy te rogamos: Santo Padre: bendícenos. Amén.
Jueves 19 de Mayo del 2011, Año Santo Jubilar Mariano
Benedicto XVI reza a la Virgen con una Oración
de Juan Pablo II, ante su Beatificación
Escrito por Redactora
Domingo, 01 de Mayo de 2011
Benedicto XVI cierra la Vigilia de Oración previa a la Beatificación del Papa Juan Pablo II con una Oración compuesta por el nuevo Beato para la Virgen de Lourdes.
Jueves 19 de Mayo del 2011, Año Santo Jubilar Mariano
JUBILEO DE LAS FAMILIAS
Mayo del 2011
¡Cristo ha resucitado! ¡Verdaderamente ha resucitado! Esta es la Alegría que inunda e irradia todo nuestro ser, tanto como a los Apóstoles, durante este Tiempo privilegiado de la Pascua.
"Y nos mandó que predicásemos al Pueblo, y que diésemos testimonio de que Él está constituido por Dios en Juez de vivos y muertos" (Hechos de los Apóstoles 10, 42).
Con este fragmento de la Escritura, el cual escuchamos el recién pasado Domingo de Pascua en la Primera Lectura, quisiéramos invitar a todos los fieles Católicos de Costa Rica a que se hagan presentes el próximo 22 de Mayo en la Basílica de Nuestra Señora de Los Ángeles en Cartago, para que celebremos el Jubileo de las Familias. El mismo se llevará a cabo siguiendo con los Signos propios de este Acontecimiento, que nos otorga el Beneficio de la Indulgencia Plenaria de nuestros pecados otorgada por S.S. Benedicto XVI con motivo del Año Jubilar Mariano.
Los Signos son:
– Peregrinación desde las Ruinas de Cartago hacia la Basílica, iniciando a las 9 de la mañana y durante su recorrido participaremos del Santo Rosario en Familia.
– Cruzar por el umbral de la Puerta Santa, destinada para esta ocasión.
– Participar de la Santa Eucaristía a las 10 de la mañana, presidida por S.E.R. Mons. José Francisco Ulloa Rojas, Obispo de la Diócesis de Cartago y Presidente de la Comisión Nacional de Pastoral Familiar de la Conferencia Episcopal de Costa Rica.
– Durante la Celebración, profesaremos nuestra Fe, oraremos juntos por las Intenciones del Santo Padre y participaremos del Banquete Eucarístico.
– Procurar participar del Sacramento de la Reconciliación previo al Día del Jubileo o en su defecto los ocho días posteriores a la Celebración.
Les instamos a motivar la representación de sus Diócesis con afiches, pancartas u otros signos alusivos a la Familia, el Matrimonio y a la Defensa de la Vida Humana. Mostremos la Alegría Pascual de nuestras familias como verdaderos Discípulos y Misioneros de Jesucristo.
"Familia, siempre bajo tu Protección"
+ Mons. José Francisco Ulloa Rojas
Obispo de Cartago
Presidente
Comisión Nacional de Pastoral Familiar
Pbro. Ronny H. Solano Fallas
Secretario Ejecutivo
Comisión Nacional de Pastoral Familiar
Adjuntos:
Archivo
AFICHE JUBILEO
Descripción
Descargar este adjunto (AficheJubileFamilia_2011.jpg) AFICHE JUBILEO Tamaño
Su Santidad Benedicto XVI condecoró con el Rosario
Papal de Oro a la Basílica y a la Virgencita de los
Desamparados de Valencia, España
Jueves 19 de Mayo del 2011, Año Santo Jubilar Mariano
Rosario Papal de Oro a la Basílica y
Virgen de los Desamparados de Valencia
Escrito por Redactora
Martes, 26 de Abril de 2011
Con motivo de Cincuenta Aniversario de la Declaración de parte del Papa Juan XXIII a la Virgen de los Desamparados como Patrona Principal de la región Valenciana.
«El Papa Benedicto XVI ha condecorado con el “Rosario de Oro” a la Basílica de la Virgen y a la Advocación de la Virgen de los Desamparados», lo anuncia el Cardenal Secretario de Estado de Su Santidad, Tarcisio Bertone, en una Carta al Arzobispo de Valencia, Monseñor Carlos Osoro Sierra.
El Prelado Valenciano (...) había solicitado esta Distinción Pontificia con motivo del 50 Aniversario de la Declaración por el Beato Juan XXIII, Papa, de la Virgen de los Desamparados como “Patrona Principal de la región Valenciana”, en 1961.
Queridos amigos: ¡ Paz y Bien !Les comunico que toda la información publicada en este sitio, se puede reproducir de forma parcial o total, siempre y cuando se cite la fuente completa o la que sigue: