En una Misa celebrada en el atrio de la Parroquia de San Sebastián, más de 2 mil estudiantes de diferentes Colegios de los distritos del Cercado de Lima y el Rímac (Perú) se consagraron a la Virgen María este Jueves 13 de Mayo, Fiesta de la Virgen de Fátima, como preparación al Congreso Eucarístico y Mariano de Lima que se llevará a cabo del 29 de Mayo al Domingo 6 de Junio.
Según señala la Oficina de Prensa del Arzobispado de Lima, los estudiantes "pertenecen a Inicial y Primaria de Centros Educativos como el Colegio Parroquial Nuestra Señora de Montserrat, Nuestra Señora de Montserrat de Mujeres, San Pablo, República de Paraguay, Manuel Pardo, entre otros".
Durante la Eucaristía, presidida por el Párroco de Nuestra Señora de Montserrat y San Sebastián, P. Luis Ayala Falla, los niños se consagraron a la Virgen por medio de una Oración al Sagrado Corazón de María.
Al finalizar la Celebración, los menores hicieron un Recorrido Procesional con la Imagen de la Virgen de Fátima por las calles cercanas a la Parroquia de San Sebastián.
CIUDAD DEL VATICANO, 13 MAY 2010 (VIS).- El Papa se encontró a última hora de esta tarde, en la Casa Nossa Senhora do Carmo de Fátima, con los Obispos de Portugal.
En su Discurso, el Santo Padre afirmó que necesitaba “abrirse cada vez más al Misterio de la Cruz, abrazándola como única Esperanza y última vía para ganar y reunir en el Crucificado a todos sus hermanos y hermanas en humanidad. En obediencia a la Palabra de Dios, está llamado a vivir, no para sí mismo, sino para que Dios esté Presente en el mundo”.
“Verdaderamente —dijo—, los tiempos en que vivimos exigen una nueva fuerza Misionera en los Cristianos, llamados a formar un laicado maduro, identificado con la Iglesia, solidario con la compleja transformación del mundo. Se necesitan auténticos Testigos de Jesucristo, especialmente en aquellos ambientes humanos donde el silencio de la Fe es más amplio y profundo: entre los políticos, intelectuales, profesionales de los medios de comunicación, que profesan y promueven una propuesta monocultural, desdeñando la Dimensión Religiosa y Contemplativa de la Vida. En dichos ámbitos, hay muchos creyentes que se avergüenzan y dan una mano al secularismo, que levanta barreras a la Inspiración Cristiana. Entre tanto, queridos hermanos, quienes defienden con valor en estos ambientes un vigoroso Pensamiento Católico, fiel al Magisterio, han de seguir recibiendo vuestro estímulo y vuestra palabra esclarecedora, para vivir la Libertad Cristiana como fieles laicos”.
Benedicto XVI resaltó que “lo decisivo es llegar a inculcar en todos los Agentes de la Evangelización un verdadero afán de Santidad, sabiendo que el resultado proviene sobre todo de la unión con Cristo y de la Acción de su Espíritu”.
“Cuando en opinión de muchos —continuó—, la Fe Católica ha dejado de ser Patrimonio común de la sociedad, y se la ve a menudo como una semilla acechada y ofuscada por “divinidades” y por los señores de este mundo, será muy difícil que la Fe llegue a los corazones mediante simples disquisiciones o moralismos, y menos aún, a través de genéricas referencias a los Valores Cristianos. El llamamiento valiente a los Principios en su integridad es esencial e indispensable; no obstante, el mero enunciado del Mensaje no llega al fondo del corazón de la persona, no toca su libertad, no cambia la vida. Lo que fascina es sobre todo el Encuentro con personas creyentes que, por su Fe, atraen hacia la Gracia de Cristo, dando testimonio de Él”.
Refiriéndose posteriormente a los Movimientos y las nuevas Comunidades Eclesiales, que suponen “una nueva Primavera” de la Iglesia, el Santo Padre señaló que “gracias a los Carismas, la radicalidad del Evangelio, el contenido objetivo de la Fe, la corriente viva de su Tradición, se comunican de manera persuasiva y son acogidos como experiencia personal, como adhesión libre a todo lo que encierra el Misterio de Cristo”.
“Naturalmente, es condición necesaria el que estas nuevas realidades quieran vivir en la Iglesia común, (...) y deben someterse a la Guía de los Pastores. Estos son quienes han de asegurar la Eclesialidad de los Movimientos”.
Los Obispos, añadió, “hemos de sentir la responsabilidad de acoger estos impulsos que son un Don para la Iglesia y le dan nueva vitalidad, pero, por otro ‘lado’, hemos de ayudar también a los Movimientos a encontrar el Camino justo, haciendo correcciones con comprensión, esa comprensión espiritual y humana que sabe aunar la guía, el reconocimiento y una cierta apertura y disponibilidad para aprender”.
En este Año Sacerdotal, “descubrid de nuevo, queridos hermanos, la Paternidad Episcopal sobre todo respecto a vuestro Clero. Se ha relegado a un segundo plano durante demasiado tiempo la responsabilidad de la autoridad como servicio para el crecimiento de los demás y, antes que nadie, de los Sacerdotes. Ellos están llamados a servir en su Ministerio Pastoral integrados en una Acción Pastoral de comunión o de conjunto”.
“Esto no quiere decir —dijo— volver al pasado, ni un simple retorno a los orígenes, sino recuperar el Fervor de los orígenes, la Alegría del comienzo de la Experiencia Cristiana, haciéndose acompañar por Cristo como los “Discípulos de Emaús” el Día de Pascua, dejando que Su Palabra nos encienda el corazón, que el «Pan partido» abra nuestros ojos a la contemplación de Su Rostro. Sólo de este modo el Fuego de Su Amor será suficientemente Ardiente para impulsar a todo fiel Cristiano a convertirse en dispensador de Luz y de Vida en la Iglesia y entre los hombres”.
Al final de su Discurso, el Papa pidió a los Obispos que dieran “nuevo vigor” en ellos mismos y a su alrededor “a los sentimientos de Misericordia y de Compasión, para ser capaces de responder a situaciones de graves carencias en la sociedad. Que se instituyan organizaciones y se perfeccionen las ya existentes, para que puedan responder con creatividad a todas las pobrezas, incluida la de la falta de sentido de la Vida y la ausencia de Esperanza”.
El Santo Padre elogió el esfuerzo de los Obispos “para ayudar a las Diócesis más necesitadas, especialmente en los Países de habla Portuguesa. Que las dificultades que ahora se hacen sentir mayormente no os debiliten en la lógica del Don. Que siga siendo muy vivo en el País vuestro testimonio de profetas de Justicia y de Paz, defensores de los Derechos inalienables de la persona, uniendo vuestra voz a la de los más débiles, a los que sabiamente habéis motivado a que tengan su propia voz, sin temer nunca levantar vuestra voz en favor de los oprimidos, los humillados y maltratados”.
Terminado el Encuentro, el Papa cenó y pasó la noche en la Casa Nossa Senhora do Carmo.
La Compasión de Cristo que fluye en nuestras almas,
querido Sacerdocio Real: ¿ hacia dónde va ?
¡ Reflexionemos junto al Santo Padre !
Viernes 21 de Mayo del 2010, Año Sacerdotal
CARIDAD, FUERZA PRINCIPAL Y PRINCIPIO
DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA
CIUDAD DEL VATICANO, 13 MAY 2010 (VIS).- A las 17,00 (hora de Portugal) Benedicto XVI llegó a la Iglesia de la Santísima Trinidad en el Santuario de Nuestra Señora de Fátima para encontrarse con los Representantes de las Organizaciones de la Pastoral Social. Participaron en el Acto junto a los Organismos Católicos, Miembros de otras Instituciones Nacionales que se dedican a la Asistencia de los Necesitados.
Después de recibir el Saludo del Obispo Carlos Azevedo, Auxiliar de Lisboa, el Papa se dirigió a cuantos trabajan en el “vasto mundo de la Caridad”.
“Cristo nos dice que Dios es Amor y al mismo tiempo nos enseña que la Ley Fundamental de la perfección humana y por lo tanto de la transformación del mundo es el Nuevo Mandamiento del Amor —recordó el Santo Padre— (...) El escenario actual de la historia es el de crisis socio-económica, cultural y espiritual, y hace evidente la oportunidad de un discernimiento orientado por la Propuesta creativa del Mensaje Social de la Iglesia. El estudio de su Doctrina Social, cuya Fuerza principal y cuyo Principio es la Caridad, permite delinear un proceso de desarrollo humano integral que toque el corazón en profundidad y lleve a una humanización más amplia de la sociedad”.
“En su dimensión social y política, esta diaconía de la Caridad es propia de los fieles laicos, llamados a promover orgánicamente el Bien Común, la Justicia y a configurar rectamente la vida social (...) Atraer nuevos trabajadores laicos a este Campo Pastoral merece sin duda una atención especial por parte de los Pastores preocupados por el futuro (...) Unidos a Cristo en Su Consagración al Padre, nos sentimos llevados por Su Compasión hacia las Multitudes que piden Justicia y Solidaridad y, como el Buen Samaritano de la Parábola, nos esforzamos por ofrecer respuestas concretas y generosas”.
Sin embargo, “a menudo no es fácil llegar a una síntesis satisfactoria entre Vida Espiritual y actividad Apostólica. La presión ejercida por la cultura dominante, que insiste en un estilo de vida basado en la ley del más fuerte y las ganancias fáciles, acaba por afectar a nuestra forma de pensar, a nuestros proyectos y a las perspectivas de nuestro servicio, con el riesgo de vaciarlos de esos motivos de Fe y de Esperanza que los habían suscitado” observó el Pontífice .
Al mismo tiempo “las numerosas y acuciantes peticiones de ayuda y apoyo que nos dirigen los Pobres y Marginados de la sociedad, nos empujan a buscar soluciones que respondan a la lógica de la eficiencia, del efecto visible y de la publicidad. Sin embargo —subrayó el Papa— esa síntesis es absolutamente necesaria, para poder servir a Cristo en la humanidad que os espera”.
Benedicto XVI, recordando que “entre las muchas Instituciones Sociales al servicio del Bien Común y cercanas a las Personas Necesitadas, se encuentran las de la Iglesia Católica”, afirmó que la orientación de las mismas debe ser clara para que “asuman una identidad bien evidente” desde “la inspiración de sus objetivos” hasta “la gestión seria y eficaz de los recursos”.
“Además de esa identidad y ligado a ella, es un factor fundamental conceder a la actividad Caritativa Cristiana, autonomía e independencia de la política y las ideologías aunque se colabore con los organismos del Estado para lograr objetivos comunes”.
El Papa auspició que las actividades de ayuda Educativas o Caritativas, se ‘completan’ con “proyectos que promueven al ser humano en la búsqueda de la Fraternidad Universal”. “En este ámbito se coloca el urgente Compromiso de los Cristianos en la Defensa de los Derechos Humanos, atentos a la totalidad de la persona humana en sus diversas dimensiones”.
“Expreso mi profundo agradecimiento —dijo Benedicto XVI— a todas aquellas iniciativas sociales y pastorales que luchan contra los mecanismos socio-económicos y culturales que llevan al aborto y tienen bien presente la Defensa de la Vida y la reconciliación y curación de las personas heridas por el drama del aborto”.
“Las iniciativas que se proponen tutelar los Valores esenciales y primarios de la Vida desde su concepción y de la familia, fundada en el Matrimonio indisoluble entre un hombre y una mujer, contribuyen a responder a algunos de los retos más insidiosos y peligrosos planteados al Bien Común. Estas iniciativas constituyen, junto con muchas otras formas de Compromiso —finalizó— elementos esenciales para construir la Civilización del Amor”.
Al final de la Celebración el Papa bendijo la primera piedra de un Centro de las Misericordias Portuguesas que se erigirá en Fátima, y a continuación regresó a la casa Nossa Senhora do Carme para encontrarse con los Obispos de Portugal.
CIUDAD DEL VATICANO, 13 MAY 2010 (VIS).- Hoy, Memoria de Nuestra Señora de Fátima, Décimo Aniversario de la Beatificación de los Pastorcillos Jacinta y Francisco, el Papa celebró la Eucaristía en la Explanada del Santuario de Fátima ante medio millón de personas.
En la Homilía, el Santo Padre afirmó que había venido como Peregrino a Fátima “para regocijarse de la Presencia de María y de su Protección Maternal; (...) para rezar con María y con muchos peregrinos por nuestra humanidad afligida por la miseria y el sufrimiento; (...) para confiar a la Materna Protección de María, a los Sacerdotes, Consagrados y Consagradas, Misioneros y a todas las personas de bien”.
Refiriéndose a las “Confidencias Místicas de los Pastorcillos”, Benedicto XVI señaló que “alguno podría sentir un poco de envidia porque “vieron” o hay quien se resigna decepcionado por no haber tenido la misma suerte, pero insiste en querer ver”.
“Las Escrituras —continuó— nos invitan a creer. (...) Dios puede llegar a nosotros, ofreciéndose a nuestra visión interior. Es más, aquella Luz interior de los Pastores, que proviene del Futuro de Dios, es la misma que se manifestó en la plenitud de los tiempos y ha venido para todos: el Hijo de Dios hecho hombre. (...) Por eso, nuestra Esperanza tiene un Fundamento Real: (...) Jesús de Nazareth”.
El Papa hizo hincapié en que “la Fe en Dios abre al ser humano el horizonte de una Esperanza cierta que no defrauda, indica una base sólida sobre la que poder asentar, sin temor, la propia Vida; requiere el abandono, lleno de confianza, en las Manos del Amor que sostiene el mundo”.
Tras poner de relieve que los Pastorcillos “hicieron de su Vida una ofrenda a Dios, que compartieron con los demás por Amor a Él”, el Santo Padre señaló que “se engañaría quien pensase que la Misión Profética de Fátima se ha terminado. (...) El hombre ha podido desencadenar un ciclo de muerte y terror, pero no logra interrumpirlo... En la Sagrada Escritura aparece con frecuencia que Dios está buscando justos para salvar la ciudad de los hombres y lo mismo hace aquí, en Fátima, cuando la Virgen pregunta: “¿Queréis ofreceros a Dios para soportar todos los sufrimientos que Él quiera enviaros, como Acto de Reparación por los pecados con los que Él es ofendido y de Súplica por la Conversión de los pecadores?”.
“Con la familia humana dispuesta a sacrificar sus vínculos más sagrados en el altar de mezquinos egoísmos de nación, raza, ideología, grupo, individuo, bajó del Cielo nuestra Madre bendita y se ofreció para poner en el corazón de los que se le confían el Amor de Dios que arde en el Suyo”.
Benedicto XVI concluyó manifestando el deseo de que “en estos siete años que nos separan del Centenario de las Apariciones se acelere el Triunfo preanunciado del Inmaculado Corazón de María para Gloria de la Santísima Trinidad”.
Al final de la Misa, el Papa se dirigió a los enfermos presentes y a cuantos le seguían por la radio y la televisión.
En la Pasión de Cristo, dijo el Santo Padre, “el sufrimiento humano se ha convertido en un sufrimiento compartido”. Con esta Esperanza “se pueden superar las sensaciones de inutilidad del sufrimiento que consume a la persona en su interior y la hace sentirse una carga para los demás cuando, en realidad, el sufrimiento vivido con Jesús sirve para la Salvación de los hermanos”.
“El divino Maestro, en vez de explicar las razones del sufrimiento, ha preferido llamar a cada uno a seguirle, diciendo: “Toma tu cruz y sígueme”. Ven Conmigo. Participa, con tu sufrimiento, en esta Obra de Salvación del mundo, que se realiza mediante mi Sufrimiento en la Cruz. En la medida en que abrazas tu cruz, uniéndote espiritualmente a mi Cruz, se revelará a tus ojos el significado salvífico del sufrimiento. Encontrarás la Paz interior e incluso la Alegría espiritual en el sufrimiento”.
El Santo Padre pidió a los enfermos que acogieran esta Llamada de Jesús y le confiaran “todas las adversidades y penas para que sean —de acuerdo con su Designio— Medio de Redención para el mundo entero. Seréis redentores en el Redentor, como sois hijos en el Hijo. Junto a la Cruz... se halla la Madre de Jesús, nuestra Madre”.
Antes de despedirse, Benedicto XVI saludó a la multitud de peregrinos en varios idiomas.
El Papa visitó a continuación las Tumbas de los Pastorcillos, que se encuentran dentro de la Basílica del Santuario de Fátima y desde allí se dirigió a la Casa “Nossa Senhora do Carmo” para el almuerzo con los Obispos de Portugal y con su séquito.
CIUDAD DEL VATICANO, 12 MAY 2010 (VIS).- A las 21,15 (hora de Portugal), el Santo Padre se trasladó en Papamóvil a la Capilla de las Apariciones para rezar el Rosario, a la luz de las antorchas, con los peregrinos allí reunidos. Antes de la Oración, Benedicto XVI bendijo los Cirios de los participantes y les dirigió unas palabras.
“Todos juntos, con la Vela encendida en la mano —dijo— parecéis un mar de luz alrededor de esta Capilla construida en Honor de la Madre de Dios y Madre nuestra, cuya Vía de retorno de la tierra al Cielo, se presentó a los Pastorcillos como un Rastro de Luz”.
“Sin embargo, ni María ni nosotros gozamos de luz propia: la recibimos de Jesús. Su Presencia en nosotros renueva el Misterio y la Llamada de la Zarza ardiente, que antaño llevó a Moisés al Monte Sinaí y que nunca deja de fascinar a los que se dan cuenta de que hay una Luz especial que arde dentro de nosotros, sin consumirnos”.
“Dios ordenó a Moisés: “Quítate las sandalias, porque el lugar donde estás es Tierra Sagrada”. Y así lo hizo; calzará nuevamente las sandalias para volver a liberar a su pueblo de la esclavitud en Egipto y llevarlo a la Tierra Prometida. (...) A lo largo de la historia del pueblo elegido, la Promesa de la Tierra asume cada vez más este significado: la Tierra se da para que haya un lugar de la obediencia, para que haya un espacio abierto a Dios”.
“En nuestro tiempo, cuando en extensas regiones de la Tierra la Fe corre el riesgo de apagarse como una llama que se extingue, la prioridad más importante —subrayó el Santo Padre— es hacer presente a Dios en este mundo y abrir a los hombres el acceso a Dios. No a cualquier dios, sino al Dios que habló en el Sinaí, el Dios cuyo Rostro reconocemos en el Amor llevado hasta el extremo, en Jesucristo Crucificado y Resucitado. (...) No tengáis miedo de hablar de Dios y de manifestar sin complejos los Signos de la Fe, haciendo que resplandezca ante los ojos de vuestros contemporáneos la Luz de Cristo”.
“En este Lugar impresiona ver cómo tres Niños se rindieron a la Fuerza interior que les invadió en las Apariciones del Ángel y la Madre del Cielo. Aquí, donde muchas veces se nos ha pedido rezar el Rosario, dejémonos atraer por los Misterios de Cristo, los Misterios del Rosario de María. (...) Cuando meditamos los Misterios Gozosos, Luminosos, Dolorosos y Gloriosos, rezando las Avemarías, contemplamos todo el Misterio de Jesús, desde la Encarnación hasta la Cruz y a la Gloria de la Resurrección; contemplamos la Participación íntima de María en este Misterio y nuestra vida en Cristo hoy, entretejida de momentos de alegría y tristeza, de sombras y luces, de contrariedades y esperanzas. La Gracia inunda nuestros corazones suscitando el deseo de cambio de Vida radical y evangélico”.
“Siento que me acompañan la devoción y el afecto de todos los fieles aquí reunidos y del mundo entero”, concluyó el Papa. “Traigo conmigo las preocupaciones y las esperanzas de nuestro tiempo y el sufrimiento de la humanidad herida, los problemas del mundo, y los deposito a los Pies de Nuestra Señora de Fátima: Virgen Madre de Dios, querida Madre nuestra, intercede por nosotros ante tu Hijo para que todas las familias de los pueblos, tanto aquellas que llevan el nombre de Cristianas como las que todavía no conocen a su Salvador, vivan en paz y concordia hasta reunirse en un sólo pueblo de Dios”.
Después de rezar el Santo Rosario, Benedicto XVI regresó a la Casa Nossa Senhora do Carmo. A su vez, el Cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado, presidió la Celebración de la Santa Misa de la Vigilia de la Fiesta Mariana del 13 de Mayo.
Los Salesianos en Costa Rica se preparan para recibir los Restos de su Fundador.
09-05-2010
Ana Cecilia Espinoza C.
aespinoza@elecocatolico.org
El próximo 20 de Julio, una Urna especial con la Reliquia de San Juan Bosco visitará el país, en el marco de la Conmemoración de los 150 años de la Fundación de la “Pía Sociedad de San Francisco de Sales”, conocida como “Salesianos Don Bosco”, así como ante la pronta Celebración de los 200 años del Nacimiento de San Juan Bosco (16 de Agosto de 2015).
Nuestro país es sólo una escala más en la Peregrinación de la Urna con los Restos del Santo, que visita todas las ciudades del mundo donde se encuentra la Familia Salesiana.
Dicho Evento ha sido una iniciativa del Rector Mayor Pbro. Pascual Chávez Villanueva quien dijo que: “El testimonio de su Vida nos ayudará a imitar su Fe, su Amor al Señor y el celo por los hermanos, sobre todo los jóvenes más pobres”.
Según informa el Boletín Salesiano, en el interior de la Urna ha sido colocada una Reliquia insigne de Don Bosco, dentro de un revestimiento de cera similar al que se encuentra en la Urna conservada en la Basílica de María Auxiliadora de Turín. El Rostro del Santo ha sido reproducido con el calco que se realizó al día siguiente de su Muerte.
Según informó Ligia Ovares encargada de la Oficina de Prensa Salesiana en nuestro país, la Familia Salesiana está llevando a cabo los preparativos y la planificación para recibir las Reliquias: “Estaremos realizando toda una serie de Actividades Religiosas y Culturales, pues es la primera vez que se trae la Urna a nuestro país”, dijo.
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