Razones para ser felices mientras
caminamos juntos hacia la Vida Eterna
Jueves 19 de Mayo del 2011, Año Santo Jubilar Mariano
«Sácianos por la mañana de tu
Misericordia, y todos nuestros días
serán Alegría y Júbilo» (Salmo 90, 14).
Mi muy querido Sacerdocio Real: ¡ Paz y Bien ! Yahvé en Su Infinita Misericordia, permite que nuestros días sean de inmensa Felicidad, y la razón más importante para estar tan alegres, es que continuamos celebrando la Pascua de Nuestro Señor Jesucristo. Pero el Amor de Dios por cada uno de nosotros no tiene límites, y va más allá dándonos a Manos llenas muchas otras razones para ser felices mientras caminamos juntos hacia la Vida Eterna: el Señor nos permite orar, escribir, aprender, sufrir, amar; nos ha dado una Madre Amorosísima que es nuestro Refugio predilecto: ¡María!, y verdaderos Amigos de nuestras almas: ¡los Santos!; nos ha alegrado sobremanera con la Beatificación de nuestro muy amado Papa Juan Pablo II; nos obsequió a su amadísimo Viñador Benedicto XVI quien nos conduce cada día al Cielo con sus sabias Lecciones de Humildad, Esperanza y Amor. Dios Padre también nos da la Bendición de tener personas que nos aman y muchísima gente más para amar incluyendo a nuestros enemigos, que es Él mismo Quien nos manda a amarlos (cf. San Mateo 5, 44-48 y San Lucas 6, 27-38).
El Señor Todopoderoso además, nos ha regalado a estos hermanos nuestros: el mar fascinante, pajaritos cantando al amanecer, salud y enfermedad, jardines multicolores, lápices para dibujar, la suave neblina, ropa abrigada en el más intenso frío, luminosas estrellas, el pan amable, majestuosas montañas, los arbolitos, lluvia y nieve, espléndidos arcoiris, desiertos para orar, celajes radiantes, las florecitas, el delicado algodón, faros que no se cansan de alumbrar, verdes praderas, oboes y violines, riachuelos cristalinos, nubes de gloria de la mañana, magníficos atardeceres, los animalitos, auroras boreales, libros y cuadernos, la brisa marina, piedrecitas de varias tonalidades, molinos de viento, glaciares maravillosos, la Luna resplandeciente, escarcha de colores, pianos y guitarras, música inolvidable y veleros de ensueño que nunca se detienen hasta llegar a Él, ¡justamente a los Brazos de Nuestro Padre Celestial que nos da tantas razones para vivir felices!
Ahora bien, con certeza todos sufrimos en algún instante, ocasión propicia para meditar en las Enseñanzas de San Pablo: «Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre compasivo y Dios de todo Consuelo, que nos consuela en cualquier tribulación, para que nosotros, en virtud del Consuelo que recibimos de Dios, podamos consolar a los que pasan cualquier tribulación» (2 Corintios 1, 3-4).
Mis queridos Amigos: antes de despedirme, les informo que a partir de hoy la Etiqueta “El Papa Juan Pablo II” pasa a llamarse “Beato Juan Pablo II”, conservando todas las publicaciones anteriores. Ahora me despido pidiéndole a Dios que nos ayude a descubrir más razones para ser felices junto a Él, y que con la Gracia del Espíritu Santo, podamos poner en práctica lo que San Pablo nos aconseja: «Vigilad, permaneced firmes en la Fe, sed valientes y animosos. Haced todo lo vuestro con Amor» (1 Corintios 16, 13-14). ¡Que María Santísima me los acompañe siempre!, Irene
Fuentes:
http://www.pastoralsj.org/biblia/buscabiblia.asp?libro=54&dcap=16&dver=13
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¡ Que Dios y María Santísima te Bendigan hoy y siempre !