“Decreto del Año Eucarístico 2012”
en Costa Rica
Miércoles
18 de Julio del Año del Señor 2012
DECRETO
DEL AÑO EUCARÍSTICO 2012
2012-06-07
HUGO
BARRANTES UREÑA
ARZOBISPO METROPOLITANO
DE SAN JOSÉ
Considerando:
Que la
Conferencia Episcopal de Costa Rica en su Sesión plenaria CI el tres de Agosto
de dos mil once acordó: “Declarar
un Año Eucarístico Nacional, que irá de la Solemnidad del Corpus Christi del
2012 al Corpus Christi del 2013. El Congreso se llevará a cabo en la tercera
semana de Pascua.”
Que el
Pueblo de Dios que peregrina en la Arquidiócesis de San José, en consonancia
con voluntad de los Obispos de Costa Rica, asume con gozo y fervor su tarea de
abrir el camino para celebrar en todos los ámbitos de nuestra Iglesia
particular, el Año Eucarístico Nacional, y en especial participar en el
Congreso Eucarístico Nacional el cual
tendrá lugar en Cartago, del 17
al 21 de abril del 2013.
Que desde
los orígenes de la Iglesia, la Muerte y Resurrección de Cristo por nuestra Salvación
ha sido celebrada y vivida por todas las comunidades Cristianas esparcidas por
el mundo. «Cuántas veces lo hiciereis, hacedlo en memoria mía», dijo Cristo en
la Última Cena, y se cumple cada vez que se vive sacramentalmente el Misterio
de Salvación en la Santa Eucaristía.
Desde el
siglo IX, en respuesta a la desorientación causada por falsas predicaciones que
intimidaron a los fieles, alejándoles de la participación en la Eucaristía
mediante la Comunión Sacramental, han surgido respuestas felices en el campo de
la Piedad popular que, apoyadas por la Iglesia, enriquecen la comprensión y la
vivencia del Sacramento de la Eucaristía, que cumple en gran manera la Promesa
de Cristo: «Yo estoy con vosotros».
La Voluntad
de Cristo de permanecer con nosotros, unida al Mandato de celebrar los Misterios
«en memoria» suya, hace de la Eucaristía, en su máxima expresión cual es la Celebración
Sacramental, y en sus expresiones menores que de Ella derivan y enriquecen el
camino de Fe, el centro y la razón de la Vida Cristiana personal y comunitaria,
puesto que la Celebración Eucarística y el Culto Eucarístico se identifican con
el Misterio Salvífico de Muerte y Resurrección del Señor.
Es por eso
que la Santa Iglesia, Madre y Maestra nos enseña que «La Sagrada Eucaristía…
contiene todo el Bien Espiritual de la Iglesia; es decir, Cristo mismo, nuestra
Pascua y Pan de Vida, que da la Vida a los hombres por medio del Espíritu
Santo» (C. Vat. III: Decr. Presbyterorum Ordinis, n. 5).
Se explica
entonces que, en sus meditaciones comunicadas a los fieles del Universo entero,
el Beato Juan Pablo II, de feliz memoria, afirma que «La mirada de la Iglesia
se dirige continuamente a su Señor, presente en el Sacramento del Altar, en el
cual descubre la plena manifestación de su inmenso Amor.» (Ecl. De Euch, 1).
La Apertura
del Año Eucarístico y el Camino preparatorio para la Celebración del IV
Congreso Eucarístico Nacional, nos exhortan a redescubrir o a reafirmar nuestra
Fe y nuestra adhesión a Cristo el Señor, vividas y manifestadas en las Celebraciones
y en los Actos de Devoción que giran en torno a la Presencia Eucarística de
Cristo en medio de nosotros, teniendo en cuenta que «Contemplar a Cristo
implica saber reconocerle donde quiera que Él se manifieste, en sus multiformes
Presencias, pero sobre todo en el Sacramento Vivo de su Cuerpo y de su Sangre.
La Iglesia vive del Cristo Eucarístico, de Él se alimenta y por Él es
iluminada. La Eucaristía es Misterio de Fe y, al mismo tiempo, Misterio de Luz.»
(Ecl. De Euch, 6).
Decreto:
En la Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo el Domingo
diez de Junio del Año del Señor dos mil doce se dará Apertura al Año
Eucarístico en la Arquidiócesis de San José, Año festivo que se extenderá hasta
concluir en la Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo el Domingo
dos de Junio del Año del Señor dos mil trece. A la vez
que exhorto a poner todo el empeño, con Fe y Amor, en abrir caminos para
celebrar dignamente, de nuestra parte, el IV Congreso Eucarístico Nacional,
dando así un nuevo impulso a la toma de conciencia y de compromiso de Fe y de
testimonio en la torno a la Eucaristía, haciendo realidad lo ya expresado por
el Sumo Pontífice Juan Pablo II, cuando nos dijo que «… el Culto Eucarístico
constituye el Alma de toda la Vida Cristiana. En efecto, si la Vida Cristiana
se manifiesta en el cumplimiento del principal Mandamiento, es decir, en el Amor
a Dios y al prójimo, este Amor encuentra su fuente precisamente en el Santísimo
Sacramento, llamado generalmente Sacramento del Amor» (Dominicae Cenae, 5).
Dado en la
Sede Arzobispal, el primer día del mes de Junio del A. D. Dos mil doce, en la
memoria de San Justino Mártir.
† HUGO
BARRANTES UREÑA
ARZOBISPO
METROPOLITANO DE SAN JOSÉ
Pbro. Mauricio
A. Granados Chacón
Canciller
Fuente:
http://arquisanjose.org/vernuevo/curia/noticias_detalle.php?id=2028
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