“La Libertad Religiosa”: extraordinaria Reflexión
de nuestro queridísimo Mons. Carlos Quintero
Arce, Arzobispo Emérito de Hermosillo (México)
Domingo 13 de Marzo del 2011, Año Santo Jubilar Mariano
La Libertad Religiosa
Escrito por Mons. Carlos Quintero Arce
Miércoles, 09 de Febrero de 2011 09:30
1.- Ha pasado la Navidad. Recordamos en esa Fiesta que Dios se hizo Hombre, vino a habitar entre nosotros. Por eso debemos decir que Dios no está lejano, está cerca. Más aún es el “Dios con nosotros” Emmanuel. No es pues un desconocido sino que tiene un Rostro que hemos contemplado, el Rostro de Jesús.
Este Rostro lo contemplaron los Apóstoles, lo vieron, lo tocaron, oyeron sus Palabras, vieron admirados sus Milagros, reconocieron su Voz después de Resucitado y nos contaron todo. Por eso confesamos “El Verbo se hizo Carne”, pero también nos preguntamos ¿cómo puede suceder eso? De hecho el Verbo y la Carne son realidades opuestas; ¿cómo puede convertirse la Palabra Eterna y Omnipotente en un Hombre frágil y mortal?
Y con el Papa Benedicto XVI respondemos: “No hay más que una Respuesta, el AMOR”. Realmente el que ama quiere compartir todo con el amado, quiere estar unido a él, por eso Jesús se quedó con nosotros especialmente en el Sacramento de la Eucaristía. Su Presencia es la Respuesta del Amor de Dios.
La gran Historia del Amor de Dios por su pueblo culmina en Jesucristo. Hoy también experimentamos ese Amor porque Dios no cambia, es Fiel a Sí mismo. Desde siempre y por siempre es AMOR. Es cierto que la Encarnación del Hijo de Dios es un Acontecimiento que ocurrió en la Historia pero que al mismo tiempo la supera.
Por tanto Creer en el Dios que ha querido compartir nuestra Historia es un estímulo y un motivo de Esperanza para todos aquellos cuya Dignidad es ofendida y violada, porque Aquel que nació en Belén vino a liberar al hombre de la raíz de toda esclavitud.
2.- La Iglesia además mira al mundo en todo momento y sobre todo desea que la Paz resplandezca de nuevo en la Tierra donde nació Jesús e impulse a Israelitas y Palestinos a buscar una convivencia justa y pacífica. También el Anuncio consolador del “Emmanuel” alivie el dolor y conforte en las pruebas a las Comunidades Cristianas en IRAK y entre el Medio Oriente, dándoles aliento y Esperanza para el futuro, y animando a los Responsables de las naciones a una solidaridad efectiva entre ellos.
Esto lo deseamos también en TUNEZ que se encuentra en estos momentos en situación delicada. Que también el bienestar suceda en HAITÍ a favor de los que todavía sufren por las consecuencias del devastador terremoto y de la reciente epidemia del cólera.
No olvidemos pedir por los que en COLOMBIA, en VENEZUELA y COSTA RICA han sufrido las recientes calamidades naturales. Deseamos además que el Nacimiento del Salvador abra perspectivas de Paz duradera y auténtico progreso a las problemáticas de SOMALIA, de DAFAR y de COSTA DE MARFIL: que promueva la estabilidad política y social en MADAGASCAR, que lleve seguridad y respeto de los DERECHOS HUMANOS en AFGANISTÁN y PAKISTÁN; que impulse el diálogo entre NICARAGUA y COSTA RICA y finalmente, esforcémonos en favorecer la reconciliación en la Península COREANA entre Corea del Norte y Corea del Sur.
También deseamos que el Nacimiento del Redentor refuerce el espíritu de Fe, de paciencia, de valentía en los fieles de la Iglesia en la CHINA Continental, para que no se desanimen por las limitaciones a su Libertad de Religión y de conciencia y, perseverando en la Fidelidad a Cristo y a su Iglesia mantengan viva la llama de la Esperanza.
En una palabra: Que el AMOR del “Dios con nosotros” otorgue perseverancia a todas las Comunidades Cristianas que sufren discriminación y persecución, e inspire a los Líderes Políticos y Religiosos a comprometerse por el pleno respeto de la Libertad Religiosa de todos.
+ Carlos Quintero Arce
Arzobispo Emérito de Hermosillo
Twitter: @arzquinteroarce
Facebook: carlos quintero a
Fuentes:
http://www.cem.org.mx/components/com_gk2_photoslide/images/thumbm/986225mons_quinteroarce_carlos16.jpg
«Y con el Papa Benedicto XVI respondemos: “No hay más que una Respuesta, el AMOR”. Realmente el que ama quiere compartir todo con el amado, quiere estar unido a él, por eso Jesús se quedó con nosotros especialmente en el Sacramento de la Eucaristía. Su Presencia es la Respuesta del Amor de Dios» (Excmo. Mons. Carlos Quintero Arce, Arzobispo Emérito de Hermosillo).
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